
El primer tramo será de 35 km hasta Palau, puerta de entrada al Parco Nazionale dell’Archipielago de la Maddalena, reserva de la UNESCO por sus fondos marinos. Les acompañará Pietro Rinaldi, especialista en fotografía submarina que ya tuvieron oportunidad de conocer en la jornada de ayer. Desde Palau pasarán en un traghetto a Maddalena, principal isla del archipiélago. Para conocer y fotografiar los maravillosos fondos marinos podrán vivir una sesión de snorkel, donde contarán con toda la ayuda profesional necesaria y con material para adaptar sus equipos a la fotografía submarina. Con pequeñas inmersiones a nivel amateur será más que suficiente para apreciar la riqueza marina y poder experimentar, tal vez por primera vez, los resultados de la fotografía submarina. No obstante, si algún viajero es un experto buceador, ofrecerá la posibilidad de inmersiones más profundas con equipos adecuados. Piero Rinaldi les asesorará y acompañará en el desarrollo de la actividad. La emoción y el deleite están garantizados.
Para relajarse tras una mañana debajo del agua, qué mejor que una suculenta comida en el Restaurante La Roca (http://www.laroca.it/) en la pequeña y pintoresca población que da nombre a la isla y al archipiélago, La Maddalena.
Riso alla sarda (arroz según la receta sarda)
Polipo al Mandrolisai (pulpo fresco de la costa de Olbia)
Candelaus (postre típico con base de almendra)
Tras una agradable sobremesa, el caffè italiano no puede faltar y la tarde estará dedicada a la más espectacular de las calas del archipiélago, la Spiaggia Rosa, la playa Rosa. Esta playa se elevó a la categoría de mito tras servir como escenario y protagonista de la película de Michelangelo Antonioni Desserto Rosso en 1964. Recibe su nombre de la presencia de un elevado porcentaje de fragmentos minúsculos de bioclastos y restos de Minianica miniacea, de color rosa y que conforman el arenal. Para evitar que perdiese esta particular característica con el continuado expolio por parte de los bañistas, hace diez años se cerró su entrada al público y hoy es admirada como una verdadera obra de arte de la naturaleza desde el cerro anexo. SardegnaPhotoExperience ha tramitado los permisos necesarios y nuestros fotógrafos podrán acceder a ella por espacio de una hora para tomar sus instantáneas en un paraje más que exclusivo.
Para concluir, los jeeps les conducirán hasta el extremo norte de la isla, Capo Testa, a unos 32 Km. Es una zona de fascinante paisaje por su elevada concentración granítica en combinación con una densa vegetación y la inexorable presencia de las aguas mediterráneas. Su destino concretó es el Valle de la Luna, uno de los rincones más bellos de Cerdeña. Recibe su nombre, primero, por tratarse de un valle excavado por un antiguo río que aun hoy día hace alguna aparición y que moldeó con ayuda del viento las dúctiles montañas de granito para crear unas formas caprichosas que conforman por momentos un verdadero paisaje lunar. Por otro lado, su nombre viene dado por el poder de la luna en este valle, donde su blanca luz refleja creando unos efectos únicos. Es una zona de difícil acceso, solo a pie o en jeep, lo que garantiza una tranquilidad absoluta en cualquier periodo del año. De hecho, en las cuevas del Valle de la Luna creadas en la roca aun viven románticos nómadas que buscan y han encontrado un retiro y una paz en ese valle que les hace permanecer allí sin preocupaciones mundanas. Son personas enamoradas del Valle de la Luna y como tales, disfrutan con las personas que se acercan allí porque saben que quien vive por unos segundos el Valle, recibe el mismo flechazo eterno que ellos vivieron un día.
En el Valle de la Luna no existen turistas ni hoteles, solo habitantes. SardegnaPhotoExperience os propone ser habitantes por una noche del Valle para disfrutar de su influjo. Y para ello habremos instalado quince bungalows móviles en los que podrán pasar confortablemente la noche, equipados con dormitorio individual y baño propio, sin dañar el entorno. Para la cena, la empresa de catering Capo Testa les preparará una Grigliata di pesce (parrillada de pescado) a la orilla del mar, regada por un blanco Vermentino y con Torta sarda di ricotta para finalizar. Con esto, a dormir pronto. Por la mañana se propone una sesión fotográfica al amanecer
